Hernández publicó su Pequeñísimo calderonario ilustrado en esta edición de El Chamuco. Van unos ejemplos:
Acteal. Caso paradigmático que demuestra que, para la justicia mexicana, todos son inocentes, especialmente cuando se demuestra que son culpables.
Boquete. Hoyo financiero por el que se está yendo el país a la chingada.
Catarrito. Enfermedad de las vías de financiamiento del aparato productivo. Puede ser mortal cuando se combina con estupidez, inutilidad y corrupción.
Cuba. Bebida con la que Calderón mantiene excelentes relaciones diplomáticas.
Educación pública. Cuerpo de instituciones educativas cuya función básica es entretener a millones de niños y jóvenes, en lo que éstos alcanzan edad suficiente para unirse a las filas de la economía informal.
Guzmán, Chapo. CEO del cártel de Sinaloa, que a pricipios del sexenio de Vicente Fox mudó sus oficinas del Penal de Puente Grande a la Sierra Madre Occidental. Ha aparecido en importantes revistas como Forbes, y es modelo a seguir de millones de jóvenes que buscan el éxito, la fama y el glamour.
Mouriño, Juan Camilo. Secretario de Gobernación, que se fue a pique poco antes de que lo hiciera el resto del país.
Vicentenario. Celebración fastuosa que conmemora la doble pendejez de un conocido político guanajuatense.
Compren El Chamuco, no sean tacaños.